A 100 años de la Trasandina y 70 de La Panamericana

¿Qué trasciende y qué nos queda de tan vitales obras?

 

 

La Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Educación (FAHE) de la Universidad de Los Andes (ULA), a través de la Cátedra José Manuel Briceño Monzillo, organizó un seminario a propósito de cumplirse, este 21 de julio, cien años de la inauguración de la carretera Trasandina y el setenta aniversario de la vía Panamericana, que atraviesa los estados Zulia, Trujillo y Mérida en ruta entre el lago de Maracaibo y el piedemonte andino.

La actividad de desarrolló de forma híbrida, este 23 de julio de 2025, en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES-ULA).

Los ponentes invitados en esta ocasión fueron los profesores de la ULA, Claudia Ramírez y Claudio Briceño, por el Departamento de Historia de América y Venezuela;  y el cronista del estado Táchira, Luis Hernández.

También acompañaron este espacio los profesores; Nelson Totesaut, de la Universidad Metropolitana de Caracas (Unimet) y Néstor Rojas, de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).

Con objetivo

El profesor del departamento de América y Venezuela, de la FAHE, Claudio Briceño, señala que el objetivo del seminario es destacar la importancia de las vías de comunicación en el desarrollo histórico del territorio venezolano, desde las sendas utilizadas por los indígenas o caminos de recuas.

Esta revisión pasó por valorar el asentamiento de los conquistadores y colonizadores españoles, así como los caminos de hierro o ferroviarios, hasta las modernas carreteras y autopistas del siglo XX.

Entre  estas vías, sobresalen de manera emblemática las Trasandina venezolana, impulsada e inaugurada por el general Juan Vicente Gómez el 24 de julio de 1925 y la Panamericana en el año 1955, por el entonces presidente Marcos Pérez Jiménez, refiere Briceño.

El decano de la FACES, profesor Raúl Huizzi, en sus palabras expresó lo importante que han sido las vías de comunicación para el desarrollo y progreso del país, cuyo propósito fue la unificación territorial.

El jefe del departamento de América y Venezuela, de la FAHE, profesor Hancer González, indica que asistieron estudiantes de la Escuela de Historia, FACES, y de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV). 

 

La carretera Panamericana 

La profesora del departamento de América y Venezuela de la FAHE, área de Geografía, Claudia Ramírez, amplió la visión de esta temática y señala que a partir del año 1955, esta vía da un nuevo inicio al poblamiento del Piedemonte y Sur del Lago de Maracaibo en su conjunto para las áreas de influencia del estado Mérida.

El profesor de la Universidad Metropolitana de Caracas (Unimet), Nelson Totesault, también fue ponente en este evento. El docente presentó un trabajo titulado: "Bajo el celo del guardián. El papel del coronel José Vicente Cárdenas dentro del programa vial gomecista".

Totesaut, conversó en relación al caso particular de este coronel, quien después fue gobernador del estado Zamora, durante el mismo periodo gomecista.

Desarrollo de carreteras

El  cronista de San Cristóbal, estado Táchira, profesor Luis Hernández, hizo una revisión exhaustiva del desarrollo de las carreteras en el estado Táchira, desde el año 1910 y después como se consolidó el entramado de estás carreteras básicamente hasta el año 25. 

El profesor de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), Néstor Rojas, intervino con "Una provincia de frogozos y malos caminos, desafíos geohistóricos de las redes de comunicación y circuitos económicos coloniales en la Mérida del siglo XVII.

Rojas, describió como fue el poblamiento de indios en la provincia de Mérida y de las visitas sobre todo de Vásquez de Cisneros y como esta reordenó el poblamiento y ejecutó hasta el trazado de rutas en ese entonces.

1925: Carretera Trasandina

El profesor del departamento de Historia de América y Venezuela, de la Facultad de Humanidades y Educación (FAHE), de la Universidad de Los Andes (ULA) Claudio Briceño, presentó su obra titulada "Carretera Trasandina: un sueño de progreso en la Venezuela de 1925".

El catedrático Briceño, explica que la obra intenta dar un esbozo de la historia de esta arteria vial para el año de 1910 el paisaje vial de Venezuela, se componía de una serie de rutas que estructuraban una constante particular.

Destaca que para ese momento el Litoral Central del País, tenía su actividad entre La Guaira y Puerto Cabello, que palpitaba al ritmo de los intercambios comerciales; Los Andes, continuaban cerrados en un circuito agroesportador, comunicado por una vía de agua dulce.

Refiere Briceño, que el imaginario de la carretera trasandina como arteria que unificara las tierras altas con el centro, se creía algo distante, un deseo sublime del paisaje comunicacional.

El profesor expresa que ese sueño se comenzó a proyectar en la visión del General Juan Vicente Gómez, quien convirtió la idea de las carreteras en una obsesión de su régimen.

Señala Briceño que: para  Gómez, las carreteras no son simples vías, son distintivos del avance de la modernidad convirtiéndose en uno de los factores centrales de su proyecto nacional.

Su audacia se transformó en el incremento potencial de los recursos destinados a la construcción de carreteras que paso del año 1908 a 1913, de siete millones de bolívares a dispararse a 51 millones entre el año 1931 y 1935, un efecto de su compromiso con el proyecto de la nación, manifiesta Briceño.

"Hoy podemos imaginar a los hombres trabajando en Los Andes venezolanos abriendo paso entre las montañas impenetrables, retando la orografía empinada de los páramos. Moldeando el paisaje entre maquinarias, el territorio antes indómito cediendo espaciosamente ante la ocupación antrópica", subraya Briceño.

Un triunfo del testimonio

Precisa Briceño, que cada espacio de carretera construído era un triunfo del testimonio del sentir de un país en su construcción nacional territorial.

La construcción de la carretera trasandina para los habitantes de Los Andes venezolanos, fue de un impacto profundo y transformador; para el año 1920, apenas habían cuatro mil kilómetros atravesando la geografía patria de las carreteras, expone Briceño.

Está cifra se incrementó a más de seis mil kilómetros lo que manifestaba el dinamismo de un país decidido a superar sus limitaciones geográficas.

Entrelazó el destino

La carretera trasandina en su magestuosidad no sólo unificó regiones sino entrelazó el destino de un país, conectando centros poblados, impulsando la productividad y diseminando la raíz del progreso de la Venezuela profunda, concluye el catedrático Briceño. (Prensa ULA/ ES/CNP 18723)

 

 

Categorías: