Cultura ULA: más que un promotor del arte
Dirección General de Cultura ULA: más que un generador de arte, un ejemplo de sentido de pertenencia
Por María Daniela Obando Salas.
La Dirección General de Cultura y Extensión de la Universidad de Los Andes (ULA) representa uno de los principales promotores de actividades culturales en la ciudad de Mérida.
Alberga una gran cantidad de programas capaces de abordar no solo a la comunidad universitaria, sino a las distintas colectividades merideñas.
Entre sus dependencias adscritas actualmente vigentes se encuentran, el Orfeón Universitario, el Teatro César Rengifo, La Galería de Arte de La Otra Banda, el Taller de Títeres y Marionetas, la revista Actual y Cátedra de la Paz y los Derechos Humanos.
Aunque la Dirección General de Cultura se ha mantenido a la vanguardia del movimiento cultural, durante los últimos años la universidad ha enfrentado situaciones muy difíciles debido a la poca inversión presupuestaria del gobierno, la deserción de profesores y la imposibilidad de renovar personal. Sin embargo, esto no siempre ha sido así.
Los comienzos
En 1947, se fundó la Dirección General de Cultura bajo la gestión del rector Edgar Roldán Pérez, quien designó a Rafael Ángel Gallegos Ortiz como su primer director.
A partir de allí, distintos profesores universitarios han estado a cargo de la coordinación de las actividades culturales de sus dependencias adscritas.
Todos, han procurado dejar una huella con respecto al quehacer artístico de la ciudad mediante el desarrollo de eventos de gran envergadura, como el Festival Internacional de Música del 68.
“La Dirección llegó a tener un presupuesto mayor que la alcaldía”, expresa su actual director, el profesor Víctor Albornoz.
Debido a esto, la actividad editorial también era muy común y existían grupos estables que recibían un aporte económico de la universidad para que produjeran actos culturales.
“No se pensaba la cultura como un negocio, sino como una inversión social" expresa.
Por ejemplo, al presentar una obra de teatro no se esperaba llenar la taquilla para poder pagar a los artistas y personal que había trabajado, sino que hubiera una ganancia educativa, fomentar el pensamiento”, comenta Albornoz.
¿Cultura tras la pandemia?
Días antes de declararse la pandemia por COVID-19, el profesor de la Facultad de Humanidades y Educación, Víctor Daniel Albornoz, recibió la noticia de que se convertiría en el encargado de la Dirección General de Cultura y Extensión de la ULA.
Sin embargo, debido al estado de emergencia sanitaria, la universidad cerró por ocho meses consecutivos y Albornoz no pudo asumir su rol como director sino hasta noviembre de 2020. "Toda esta situación se manejó muy mal", alega.
Al reactivarse las actividades académicas, Víctor Albornoz se encontró con un panorama muy lamentable.
Varias instalaciones, como el Teatro César Rengifo, estaban bastante deterioradas y afectadas debido al abandono.
"Fue muy difícil, sin embargo, nosotros sabíamos que la actividad cultural no debía parar, porque los músicos, pintores, escritores y artistas en general seguían produciendo arte", explica Albornoz.
Apenas recibieron autorización del Consejo Universitario para hacer presentaciones con distanciamiento social se reactivaron los eventos en La Galería de Arte de la Otra Banda, el Teatro César Rengifo, así como los espectáculos de calle.
No obstante, para ese momento ya no existían grupos estables de danza, teatro y orquesta, debido a las malas circunstancias económicas que ha venido enfrentando la Universidad de Los Andes durante los últimos años.
Por esta razón, el director Víctor Albornoz decidió facilitar los espacios a aquellas personas de la universidad y su entorno que sí estaban produciendo arte y que estaban dispuestas a compartirlo.
"A pesar de que estábamos sin presupuesto, había muchas ganas de hacer cosas, por eso decidimos apelar a la buena voluntad de las personas y no esperar a que depositen a la Dirección para producir cultura", afirma Albornoz.
Actualmente, la Dirección General de Cultura ha establecido alianzas con instituciones privadas como el Centro Venezolano Americano de Mérida (Cevam) que le han permitido desarrollar presentaciones teatrales, conversatorios, conciertos y otras actividades en escenarios, en las calles y pueblos lejanos de Mérida.
El director Víctor Albornoz en reunión . (Foto: María Daniela Obando)
También, ha logrado reactivar la publicación de libros digitales a través del repositorio institucional Saber ULA, destacando las nuevas ediciones de la revista Actual Investigación y Actual Divulgación.
Sin embargo, no hay publicaciones en papel porque la universidad no tiene los medios para comprar material para imprimir.
"Todo ha sido posible gracias a que las personas siguen produciendo cosas intelectualmente, la Dirección de Cultura no ha sido más que una especie de articulador de muchas voluntades para que cosas buenas sucedan", comenta Albornoz.
Orfeón Universitario en cifras
El Orfeón Universitario de la Universidad de Los Andes es la segunda agrupación coral vigente más antigua del país, seguido del Orfeón de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Ha sido merecedora de múltiples premios a nivel nacional e internacional desde su fundación en 1944, por esto, hoy es reconocida como una institución insigne de la música coral y la cultura en Venezuela.
Armando Nones comenzó su recorrido en el Orfeón Universitario como cantante a los 18 años, pero se retiró justo antes de culminar sus estudios de música en la universidad.
No obstante, Nones regresaría tiempo después de egresado para convertirse en director del Orfeón. En 2017, la Dirección de General de Cultura, administrada por Mauricio Navia, realizó un concurso para seleccionar al nuevo director del Orfeón. Nones resultó electo.
Recordemos que, la mayoría de las agrupaciones corales en el estado Mérida, por lo general, tienen sus ensayos a partir de las seis de la tarde hasta las nueve de la noche.
El Orfeón no se escapaba de esta tradición.
Por este motivo, durante sus primeros días al frente de esta dependencia se encontró con un panorama algo desalentador, es decir, un Orfeón integrado solo por 10 personas.
Así que, para mejorar esta situación Nones decidió cambiar los horarios a mitad de la tarde y hacer nuevas audiciones.
“Otra acción que tomamos fue aliarnos con organismos como ULA FM y ULA TV para trabajar juntos en temporadas como navidad y crear el mensaje navideño”, mencionó Nones.
De esta manera, el Orfeón empezó a ganar nuevos miembros y mayor visibilidad en la ciudad a la vez que participaba en más eventos como las misas de aguinaldos, serenatas, paraduras, etc.
Para 2019, el Orfeón contaba con un poco más de 30 personas.
En 2020, a pesar del resguardo por la pandemia por COVID-19, el Orfeón convocó a la comunidad universitaria a una reunión virtual para cantar el himno de la ULA en conmemoración a su aniversario 238.
“Fue muy significativo ver a más de 70 personas cantando el himno universidad desde su pantalla”, comenta.
Al regreso del estado de emergencia sanitaria, en septiembre de 2021, hicieron audiciones para abrir el Orfeón Infantil y para su sorpresa, se sumaron tantas personas que tuvieron que abrir un segundo grupo conocido como el Orfeón de Niños y Jóvenes.
Pero hay más, poco tiempo después se abrió un programa de formación para niños llamado Música, Arte y Movimiento.
Armando Nones junto a algunos integrantes del Orfeón Universitario. (Foto: María Daniela Obando)
“Somos alrededor de 120 personas cuando salimos a escena todos juntos”, confiesa Nones.
Actualmente, el Orfeón Universitario cuenta con estos cuatro grupos corales que promueven la apreciación por la música y las actividades culturales en familia.´
Esto demarca que la institución no es solamente una casa para universitarios, sino que también abre sus puertas a niños, jóvenes y adultos.
De hecho, hay miembros que han decidido formar parte de esta institución coral en familia.
Teatro César Rengifo
El Teatro César Rengifo es el único teatro en Mérida con una trayectoria de más de cien años.
Ha sido escenario de numerosos grupos teatrales, danzantes y musicales en presentaciones culturales y académicas dirigidas no solamente hacia miembros de la comunidad universitaria, sino a merideños en general.
Se trata de un centro cultural que ha destacado por desarrollar actividades de manera ininterrumpida a través del tiempo.
El profesor Carlos Moreno emprendió su gestión en el Teatro César Rengifo en enero de 2023 por designación del director Víctor Daniel Albornoz.
“El panorama que encontré en el Teatro César Rengifo fue muy favorable. Heredé un teatro en buenas condiciones de mantenimiento, buenas condiciones técnicas, con un equipo preparado, pero sobre todo con sentido de pertenencia”, confiesa Moreno.
Gracias a que Carlos Moreno recibió un teatro completamente operativo, comenzó a invertir todo el dinero recaudado en las funciones en cosas como las puertas y ventanas del edificio que necesitaban reparaciones debido al deterioro por el paso del tiempo y las polillas.
“También conseguí a través de empresas privadas la donación de pintura para restaurar toda la fachada del teatro y reparar el campanario, este ahora trabaja las 24 horas, los 365 días del año dando la hora cada cuarto de hora”, explica Moreno.
Lo más reciente que ha hecho el director del Teatro César Rengifo y su equipo ha sido remodelar los camerinos.
“Cada bolívar que ingresa lo reinvierto en el Teatro y en su talento humano”, expone.
Como director, busca que tanto artistas como colaboradores se sientan bien.
Para esto, procura siempre dar refrigerio a las personas de protocolo con el objetivo de promover un ambiente de trabajo amigable y mejorar, cada vez más, los espacios del teatro para que los artistas estén cómodos.
El Teatro César Rengifo solamente cuenta con dos trabajadoras que son personal fijo de la Universidad de Los Andes, la taquillera y la señora de limpieza.
Sin embargo, esto no ha sido motivo para que las actividades culturales en esta dependencia hayan cesado porque ahora cuenta con aproximadamente veinte colaboradores estudiantes de comunicación social, historia del arte, teatro y danza.
Adicionalmente, el director Carlos Moreno ha efectuado varios cambios que han generado resultados muy positivos.
Entre estos están: la activación de funciones los días domingos y durante las ferias, la semana santa y en las vacaciones de agosto.
También regresaron las presentaciones después de las cinco de la tarde y el descuento del 20% en entradas para estudiantes, siempre que estos presenten su carnet o constancia de estudios.
Adicionalmente, creó un programa institucional llamado “Conoce al César” el cual consiste en una visita guiada por el teatro que enseña a los visitantes el valor histórico del sitio.
Carlos Moreno recibiendo al público del teatro. (Foto: María Daniela Obando)
Los retos que enfrenta el teatro actualmente son los mismos que enfrenta la población merideña en general, los problemas de agua y luz.
“Especialmente la luz, puesto que el César Rengifo no tiene planta eléctrica”, confiesa el director.
Sin embargo, una solicitud enviada a la oficina de Corpoelec en Mérida, en la que se especificó su programación de eventos, hizo posible que no racionaran la electricidad en horas de función, por lo que, no existen motivos para perderse una función en el teatro.
En la actualidad, esta institución no es simplemente un lugar para disfrutar de las artes escénicas, pues incluye otras manifestaciones artísticas como la danza, los títeres, el cine, la música y más.
“Venir al teatro debería ser parte de nuestra formación cultural porque en el teatro uno se instruye, uno piensa, sueña y crea. Mientras más sensibilidad tengas hacia el arte, más humano eres”, concluyó Moreno.t
Triunfo sobre la crisis económica
Es evidente que, a pesar de las deficiencias económicas y de personal que enfrenta la universidad, la Dirección General de Cultura no desiste en su propósito de seguir nutriendo el espíritu de los merideños.
Las actividades culturales de las distintas dependencias siguen teniendo éxito gracias al empeño de sus coordinadores y al sentido de pertenencia de los universitarios con sus espacios.
Además, que, las personas que promueven la cultura y el arte no están buscando dinero, están buscando expresarse.
Por esto, aunque no haya presupuesto, la Dirección General de Cultura y Extensión de la ULA no para de buscar alternativas, colaboraciones y alianzas para ejecutar las propuestas de los artistas.